Cuando el COI eligió a China como sede de los Juegos Olímpicos del 2008 (ver noticia), lo primero que pasó por mi cabeza era "¿En qué están pensando?".
Ha habido muchos argumentos para que muchas personas pusieran el grito en el cielo, como por ejemplo los reportajes sobre el consumo de carne de perro aunque ha pasado más como una anecdota que una motivación para que no se celebren los Juegos.
La violación de los Derechos Humanos por parte del país más poblado del mundo siempre ha sido objeto de denuncia, aunque se esperaba que con la celebración de los Juegos, China se abriría al mundo y ganaría en libertades, pero todo parece que cada día la situación es peor y cada vez más insostenible.
El ejercito de la República Popular de China invadió la Región Autónoma del Tíbet (ver historia completa) en 1950, logrando así un deseo chino vivo desde el siglo XVIII: controlar el Tibet y anexionarse su territorio. Ahora, el Gobierno del Tibet está exiliado en la India buscando apoyos para reconocer la independencia del Tibet frente a China. Lamentablemente, en este mundo el poder político y económico es mucho más importante que la defensa de los Derechos Humanos y las libertades, por lo que prácticamente ningún gobierno reconoce al Gobierno en el exilio.
A principios de este mes, un grupo de exiliados tibetanos inicia una marcha desde la India al Tibet para protestar por la celebración en Pekín de los Juegos Olímpicos, a pesar del apoyo mostrado por el Dalai Lama, esperando que estos Juegos traigan más paz y justicia.
Estas primeras protestas se extienden rápidamente al resto del pais y empiezan a haber detenidos, heridos e incluso muertos entre los tibetanos y los partidarios de la libertad del Tibet. ¿Cómo responde el gobierno y ejercito chino? Más detenidos y muertos, como no. Incluso hay más censura que nunca, no permitiendo a los medios de comunicación acceder a las zonas de conflicto.
Últimas actuaciones, la protesta de Reporteros sin Fronteras en el encendido de la llama olímpia en Olímpia, Grecia.
Y como no podía ser de otra manera, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han aprobado por unanimidad un texto de condena a las autoridades chinas por la detención de manifestantes a favor de la libertad del Tíbet, y han pedido su inmediata puesta en libertad.
No quiero hacer un llamamento a boicotear los Juegos Olímpicos, pero sí a utilizar su efecto mediático para denunciar día tras día lo que está ocurriendo en el Tibet, reclamando la libertad de una tierra ocupada.
Enlace: Actualidad sobre el conflicto.
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